Agua Hirviendo

Cuando todas las piezas del espejo se astillan, no hay vuelta atrás.
No puedes volver a reconstruir una máscara, desde las cenizas del pasado.
Y esta pena que oprime mi pecho, se escurre y deshace en mis labios.
Porque ni siquiera el viento se atreve a reproducir lo que dije esa noche.
Y tu allí, quieto, viendo como el mundo se volvía añicos a tu alrededor.
Embriagado por la rabia que corría en mis venas.
Mi pelo se movía como serpientes en un huracán de ira.
Y tus palabras no pudieron alcanzarme.

La soledad y la pérdida eran todo lo que ocupaba a mi mente.
Todo lo demás, merecía desaparecer.
El amor no volvería a ser dulce y suave.
Y la tormenta duraría en mi mente por siempre.
Porque es la sangre hirviendo, lo que me hace sentir viva.
Destruirme una y otra vez, para renacer más fuerte.
Golpeada hasta las rodillas.
Con codos sangrantes por haberme arrastrado a tu sombra incontables veces.
Y aún así, con los ojos clavados en el horizonte.

Pues incluso aunque este corazón se entibie, y llegue mi caballero de armadura dorada,
Este cuerpo seguirá  luchando.
Y mi mente tramando cada paso, cada alternativa, para seguir avanzando hacia adelante.
No puedes detenerme, nunca pudiste.
Y aunque me tuviste en cuerpo y alma, jamás he sido más que mía.
¿Puedes entenderlo ahora?
Nada iba como esperabas, porque lo que en tu mente debía ser,
En la mía ya estaba muerto.

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