Y ahora sólo puedo vomitar aquello que se atraganta en mi en este momento, impidiendome cerrar mis ojos. La asfixia de recordar tus palabras, tu sombra.
Sentir nuevamente mi luz chocando y hundiéndose en un mar de oscuridad absoluta. El cómo mis deseos y sueños colapsan frustrados a tus pies. De esta imagen que tengo ya recuerdo, de ti y tus mil caras una vez más.
Que me azotas por temporadas, pululando en mis sueños para que salga a buscarte cuando despierte, para luego entender una vez más que nunca quisiste ser encontrado en verdad.
Este vinculo, este lazo. Ya no puedo entender de dónde viene. Te busco incansablemente, tratando de encontrarte. Y siempre te esfumas. Apareces con rostros confusos que sólo anhelan drenarme.
Y yo tan sólo quiero alcanzarte. Nadie va a entender jamás lo que siento. Lo que busco.
Aquello perdido en las eras. El amor y la lealtad, avanzando y luchando hombro con hombro. Y mientras me contento con mi vida aquí en la Tierra, sigo buscándote preguntándome ¿Es acaso demasiado tarde ya?
Después de todo…aún me quedan 200 vidas más para encontrarte.


Deja un comentario