
Miro una vez más desde la orilla, hacia la profundidad del océano que nos separa.
Y emergen en mi la añoranza y la nostalgia, del amor que aún alberga mi alma.
De la promesa que hicimos Eras atrás, habitando cuerpos totalmente distintos.
Oh, amor mío ¿Puedes recordarlo?
Mi corazón se hunde en un extraño pesar que se mezcla con el dulce recuerdo,
De tus brazos empujándome contra tu pecho.
Y este anhelo de volver a tu lado, a esa tierra mía, se vuelve un helado infierno en mi Ser.
Porque sé que aún, no es momento.
Porque sé que aunque te encuentre, no es aún nuestro momento.
Las Nornas vigilan celosas mis pasos, mientras te busco en recuerdos circulares y laberintos de presagios de antaño.
Te deseo, te anhelo, te añoro.
Con cada fibra de mi Ser.
Pese a que sé, que aún no es tu momento de emerger.
Y tiro una moneda al océano, mientras pido la clemencia de Poseidón.
Para que devuelva a mi amor, el halito de vida que le han arrebatado,
O me lleve Caronte en su barca a tu encuentro,
De una vez y para siempre.
Porque elijo morir a tu lado,
Que continuar una eternidad separados por los hados.

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